lunes, 20 de enero de 2014

SONIA CÓRDOBA Y ALBERTO VALVERDE

Aquí os dejo un relato de los que componen el libro de los siete pecados capitales. Sonia y Alberto eligieron la IRA, y su apuesta les ocasionó recibir un accésit. Seguro que disfrutaréis con su lectura tanto como lo hicimos nosotros.
Nos han contado que falta poco para que salga su libro, y en defoto estamos deseando leerlo.
¡Enhorabuena una vez más!


MATÍAS, SICARIO DE DIOS


" Un domingo más, la iglesia de San Gabriel congregaba a todos los feligreses del pueblo.
La homilía de las 12, quedaba solapada en el interior del padre Matías, por el eco de su subconsciente, reafirmando el mensaje recibido durante las últimas noches de vigilia.
Su incomodidad se hacía presente en su gesto. Su optimismo por su elección, no conseguía solapar su cólera. La vesania reforzaba tan gran responsabilidad, y la decisión de ser contumaz en su deseo de servir como le fue conferido.
Contemplaba los rostros de todos aquellos pecadores que buscaban su redención cada domingo, para caer en la reiteración al lunes siguiente.
Su gestó se torció al oír las palabras que llegaban desde el atril, evocando el recuerdo de aquel que les había dejado. El alcalde había sido encontrado muerto de manera atroz.
Paladeaba la hipocresía de los presentes. Matías lo sabía mejor que nadie por su condición de confesor.
Muchos no eran dignos de entrar en su casa.
Con el difunto se tomó su tiempo. Le dio la salvación que merecía, limpiando cada uno de sus pecados. Le cortó las manos, arrancó los ojos, y quitó la piel.
Era el elegido.
Aquello solo había sido el principio… "

martes, 14 de enero de 2014

ÁNGELES SÁNCHEZ GANDARILLAS-LUJURIA

Aquí os dejo un relato del libro de los 7 pecados capitales. Pertenece a Ángeles Sánchez Gandarillas, y se titula LUJURIA:

Mamá, oí sin querer tu conversación con papá; ya sabes, eso que le dijo la directora del informe de la psicóloga del colegio. ¡No les hagas caso!, no tengo ningún complejo y menos con ese tal Edipo que no conozco de nada. Esa directora te tiene envidia y anda provocándome todos los días con el movimiento voluptuoso de su pecho. Pero, tranquila mamá, solamente tú eres y serás mi amor y nadie podrá sustituirte en mi corazón.
Si lograra presentársela a papá, a lo mejor se enamoraban y así, se irían lejísimos; mamá, ¿te lo imaginas?, tú y yo solos. Yo no tendría que ir a clase y tú, no cuidarías del inútil de papá. Podríamos acostarnos juntos todos los días.
¿Mamá, por qué me miras así?